Día 1
Comencé mi viaje a las 7 de la mañana, saliendo de mi casa en Bogotá en dirección al portal norte, me tomó casi toda la mañana llegar a mi destino, apróximadamente a las 10: 20 estaba llegando a Tunja una ciudad que me pareció fría para la hora ahí tome un bus para Villa de Leyva y llegue a allá cerca de las 11 de la mañana, no pude mirar mucho, pues mi maleta estaba algo pesada y quería llegar a algún lugar dónde pudiera descansar, estuve buscando hospedaje, comparando costos y decidí quedarme en "Posada Real" la cual había sido una recomendación, ya estando hospedada salí a caminar por el pueblo y aproveché la ocasión para tomar mufchas fotos de todo lo que veía. Me encontré con la casa museo Antonio Ricaurte.



![]() |
Biblioteca de Villa de Leyva |






Día 2
Me desperté con ganas de ver el partido de Colombia del día, así que le pedí al encargado de la posada que me recomendará un lugar para verlo y me invitó a verlo con él en la posada, me disculpe
y le dije que deseaba verlo en un lugar público y me recomendó un lugar muy cerca de allí así que
fui; el lugar estaba lleno de gente que también iba a ver el primer tiempo del partido y desayunar con mi tinto bien fuerte, y al terminar me fui a la plazoleta principal en un bar ubicado cerca de la iglesia,
la gente era distinta, gente mucho mas joven y de diferentes nacionalidades, tuve la dicha de que
ganara Colombia, ver y oir la celebración de la gente y la caravana. Mas tarde intenté subir al mirador
del santo, y al llegar a la entrada comenzó a llover un poco y, como la camina se tomaba alrededor de dos horas preferí dejar la caminata para otro día y me fui a la posada. Mas tarde visité los museos de
Nariño y Luis Alberto Acuña, este último, está ubicado frente a la iglesia de la plazoleta; la colección de pinturas murales y esculturas me pareció hermosa, no por nada es considerado uno de los mejores artistas del siglo xx, allí pude mirar un cuadro mcon el himno de Villa de Leyva que describía en una estrofa como me sentí a yo en ese pueblo y el sentimiento que genera estar allí. "Y ante una fuga de entre los vivos, quiero a la sombra de tus olivos beber silencio... Y amor. Y paz"











Día 3
Amaneció soleado. El día perfecto para subir al mirador del santo. Me puse mis botas y subí. Llegar al mirador fue un poco agotador, pero vale la pena, desde ahí se tiene una vista total del pueblo de
Villa de Leyva, en la cima donde se encuentra el santo, también hay algo parecido a un altar, esto me intrigo mucho, hasta el momento no sé el significado de esa construcción allí; Me quedé sentada ahí admirando la ciudad un buen rato. Más tarde me mudé de posada donde me recibió la dueña, la señora Luz y su esposo con un tinto. Descansé un buen rato de la larga caminata y salí nuevamente, esta vez me dirigía al museo paleontológico. El lugar donde se estableció el museo es considerado
patrimonio nacional y es por eso que se conserva el antiguo molino que formaba parte de la casa
(aunque este no funcione) pues no se puede alterar la arquitectura del lugar. Este museo cumple
propósitos educativos, en el se explica la historia fosil del pueblo y como se considera según estudios
y hallzgos hechos en la zona que la zona en la encuentra Villa de Leyva era hace millones de años un
gran mar, pues los fosiles encontrados corresponden a especies marinas como pliosaurios y tortugas.
Como se me había hecho muy tarde salí del museo cuando lo estaban cerrando, el museo quedaba un poco lejos del centro de la ciudad así que me esperaba una caminata de unos cuarenta minutos, al comenzar a caminar me alcanzó el encargado de dar las charlas dentro del museo, su nombre era Jhonatan y como también iba camino al centro de la villa entablamos una conversación en la cual me contó que era un geólogo egresado de la Universidad Nacional de Colombia y que apenas había comenzado a vivir allí hacía apenas dos escasos meses. Me contó como la villa le parecía una comunidad curiosa por el hecho de ser considerada un lugar turístico colombiano donde no se resalta
la cultura colombiana, sino que se establecieron restaurantes peruanos, mexicanos, árabes, etc; y me recomendó uno que otro lugar para comer, resaltando animosamente la milhoja de la dulcería la
, diciendo que eran considerada las mejores del país, recomendación que no tardé en seguir.



Día 4
Este día desperté muy tarde, La cama del hotel no era muy cómoda y no me ayudó para nada así que apróximadamente a las 8:30 comenzó mi día, aún con sueño pero pensando que los pocos días que
iba a tener allí no podían desperdiciarse. Para ahorrar dinero el día anterior había hecho unas comprar en un supermercado cerca, así que el desayuno fue sandwiches de casa.
Mi itinerario del día incluía mi foto-café, una caminata hacia los pozos azules, casa de terracota y el fósil. Cuando me tomaba el café en la mañana recordé que una de las cosas que me habían dicho los
locales era que el mercado municipal abría los sábados en la plazoleta del norte que generalmente se encontraba abandonada el resto de los días de la semana, y que allí podía tener un mejor encuentro con sus tradiciones. Solamente llegué y noté una diferencia del cielo a la tierra, la soledad de los otros días estaba reemplazada por música, gente alegre y curiosa que buscaba algo que llevarse o para comer, y un encuentro de cultura, pues en cada dirección que miraba oía idiomas diferentes.
Ahí compré y comí las feijoas por primera vez..
Hice mis compras, dejé todo en el hotel para no caminar cargada y salí de nuevo para conocer los pozos azules, desde el pueblo son unos 40 minutos caminando para llegar. Me impresionó mucho la forma de los pinos del lugar y mientras visitaba cada uno de los pozos (en total son 6) disfrutaba de la brisa fría y el olor a pureza. Caminé unos 30 minutos mas hasta el centro de investigaciones
paleontológicas donde tienen una muestra muy interesante que tiene los restos de tortuga más antigua del mundo.
Saliendo de allí estaba muy cansada para realizar el regreso a pie, y me quedé esperando transporte; lamentablemente el transporte para la villa es escaso y después de una hora un taxista me miro y ofreció llevarme a la villa por 2000 pesos que normalmente cuesta 15000, pero por ir de regreso me llevó por esa cantidad. Por la noche salí al festival de jazz de fin de semana que se realizaba en la
plaza central.











Dia 5
Desayuné changua en un restaurante llamado "el kiosko del cacique" y me fui camino a la casa de terracota el cual me pareció un lugar ,muy curioso y divertido, cada lugar que veía me sorprendía por la creatividad para hacerlo, es una gran casa de barro de tres pisos con muchas rarezas dentro y tiene una historia muy interesante en la que se cuenta que tardaron 15 años para su construcción, que obtuvo un premio en Dubai por su diseño y forma de construcción y por el hecho de que el dueño de
la casa la convirtiera en museo ya que la gente no paraba de cureosear, estuve allí unas dos horas y
me devolví a Villa para descansar.
Para cenar me fui a un restaurante llamado mi cocina, allí pedí un pollo a la parrilla lo cual fue una experiencia gastronómica excelente.
Más tarde me fui a la plaza de villa de Leyva y allí vi uno de los mas hermosos atardeceres , uno de
muchos tonos de azul que se iban oscureciendo a medida que se acercaba la noche.
![]() |
Lámpara de la casa de terracota |
![]() |
Casa de terracota. |
Atardecer en villa de Leyva