Librería Gran Estación y luego tomando un transmilenio (transporte Colombiano) hasta el museo del oro con destino a la Plaza de Bolivar de Bogotá, a un restaurante típico a comerme una bandeja paisa, tomarme un café y con esperanza de encontrarme con algunas otras sorpresas. Me fui preparada con mi celular para ver todo lo bonito que se pudiese y guardarlo para recordarlo todas las veces que desee.
Me bajé en la estación museo del oro y caminé por la carrera N° 7 encontrándome con todo tipo de artistas callejeros, viejitos bailarines, perros bailarines, músicos marioneteros, magos y toda cantidad de curiosidades.
Al llegar, me encontré con la enorme Catedral de Bogotá , rodeada de algunas otras edificaciones con arquitectura muy parecida y la plaza llena de palomas, los niños se tiraban en el piso riéndose o dándoles de comer y los perros las perseguían para verlas volar, jamás en mi vida había visto tantas juntas.
En la plaza tenía mucha hambre, sin embargo decidí esperar para disfrutar de un plato típico, la idea era probar la "bandeja paisa" plato que me había recomendado una amiga de mi mamá por medio de ella misma; así que luego de tomar todas las fotos que pude, me dediqué a buscar ese lugar ideal para probarla.Tenía que ser cerca y preferiblemente con vista a la plaza, busqué en los alrededores, pero ninguno lo suficientemente cerca como para tener vista. Caminé muchísimo, pues pasé por las mismas 3 calles intentando decidir dónde comer, tanto que los señores publicistas de camino de cada uno de los restaurantes ya me saludaban como si me conocieran.
Me decidí por uno muy cerca de la plaza, llamado "La puerta de la tradición", primero por la cercanía, lo otro era la apariencia de cada uno de los platos y también porque el muchacho encargado de invitar a los turistas es muy carismático, me convenció. Allí pedí mi bandeja paisa y, debo decir que, me sorprendió el tamaño del plato cuando lo sacaron, pensé que no podría, pero resulta que mi estómago es una caja de sorpresas y lo comí sin ningún problema, aunque debo decir que extrañé las arepas venezolanas al momento de probar las que acompañaban mi plato. Mientras comía llegó una señora de apariencia asiática y que solo hablaba inglés y la camarera la atendió sin ningún problema demostrando estar preparada para recibir a los turistas que llegan a allí.
Terminé, feliz y decidí caminar un poco y (aunque tenía en mente comprar un café) esperar, ya que con semejante banquete, el café no sería muy bien recibido. Así que me fuí calle arriba pasando por la librería y centro cultural Gabriel García Marquez y el museo de Botero. En el museo, estuve por mucho tiempo mirando los cuadro y esculturas, algunas muy bonitas y otros incomprensibles para mi, sin embargo, la monitora que nos acompañó en el recorrido se encargo de explicar y despejar de todas las dudas a todos los que estábamos allí. Turistas asiáticos y de habla inglesa por doquier.
Al finalizar el recorrido unas dos horas mas tarde, pude finalmente tomar mi café, ya con el estómago repuesto y, bajando nuevamente a la plaza, pude lograr la foto con ayuda de una familia de turistas que pasaba por allí. Mi foto café, las fotos que me hacen feliz.
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Entrada al CC Gran Estación |
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Palomas en la plaza de Bolivar. |
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Mercadito artesanal |
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Bandeja paisa, plato típico colombiano |
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Restaurante La Puerta de la tradición dónde probe la bandeja paisa |
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Librería en el centro cultural Gabriel García Márquez |
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Librería en el centro cultutal Gabriel García Márquez |